La tarde ya se estaba apagando aunque todavia iluminaba el sol, el viento murmuraba bajito a lo lejos, la gente en la calle que iba y venia perdida en su ritmo, en ese momento se abre la puerta del negocio y entra Valentina, una nena de no mas de 7 años de edad. Su pelo castaño atado un poco deprolijo, su buzo negro algo roto, sus manos y su cara llenas de suciedad, pero en sus ojos... sus ojos desbordaban inonencia. Apenas llegaba al mostador, bah, no llegaba al mostrador. Valentina saluda, se acerca, se para en puntitas de pie y me pregunta, "tiene algo para dar?". Mi respuesta inmediata fue un "si, como no" y fui al frezzer a buscar comida. Atras venia la pulguita con una sonrisa que contagiaba felicidad, apoya su pequeña cara en la reja y me cuenta llena de emocion "pase de grado"... Me quede mirandola porque no habia entendido y contenta me vuelve a repetir "pase de grado". Yo, con la misma sonrisa que ella misma provoco en mi, la felicite, le choque los 5 y le di la bolsa de comida. Y asi se iba Valentina, con su carita llena de sueños y esperanza, con sus ojos que inundaban luz. Y yo a cambio me quede con su sonrisa y con una leccion de vida.
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